Nunca he estado de acuerdo con Platón. Al menos no en lo que respecta a su concepción de la perfección basada en la medida y la proporción. No creo que todo lo que es bueno sea bello, y dudo que la belleza no se de sin unas relaciones o proporciones regulares.
Yo ya lo intuía pero me quedó claro cuando por casualidad aterricé en la exposición de Xavi Mañosa que organizó la Galería Alegría allá por finales de 2013. Mañosa es creador de Apparatu, uno de los talleres de cerámica contemporánea con más reconocimiento a nivel internacional. La muestra, bajo el título “Is a Potter”, presentaba trabajos en los que el accidente o la “imperfección” invitaban a reflexionar sobre la belleza. La galería situada en la madrileña calle de Doctor Fourquet apodada como la discreta gran calle del arte español, exhibía 300 jarrones en cuyo proceso de fabricación se provocó un accidente que dotaba a cada uno de las piezas de una identidad propia y en el que el propio artista delegaba parte del resultado final en el azar. Estos jarrones no por deformes dejaban de ser jarrones. Estos jarrones por deformes me resutaron bellos como ningún otro.
Desde ese día decidí que las pastillas de jabón de Me Mi Mo Lab debían ser también pequeños accidentes. Descarté utilizar cortadores que aseguran un corte perfecto. Le declaré la guerra a las esquinas de ángulo de 90 grados y opté por no someterlas a una “liposucción” forzada que eliminaba culos y curvas. Aposté porque que cada pastilla de jabón fuera única y deferente.
A veces me preguntan por qué no las presento todas cuadraditas, simétricas y bien cortadas. Ahora ya sabeís por qué:
Porque creo que la belleza no reside en la simetría sino en el azar que hace que cada pieza sea diferente.
Las fotos de las piezas de Xavi Mañosa han sido extraídas de la web de la Galería Alegría
El resto de las fotos son de Me Mi Mo Lab.
la belleza no es perfección, y efectivamente cada cosa, cada persona es única, como únicos tienen que ser los jabones, estos jabones sale de cada uno de nosotros, y la belleza de estos jabones residen en el interior.
Completamente de acuerdo Isa. La virtud suele residir en la diferencia (al menos desde mi punto de vista) y en la aceptación de la misma